A pesar que las reuniones sociales no se encuentran permitidas debido a la pandemia de la COVID-19, en los establecimientos nocturnos de Vichama, El Blacón de Camaná y un restobar en el Jirón Puno, se encontró un total de 200 personas que no respetaron las restricciones impuestas.
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Es así que el personal de fiscalización de la Municipalidad de Lima clausuró esta madrugada estos tres locales que funcionaban como bares en pleno toque de queda.
En estos lugares, los asistentes consumían bebidas alcohólicas en espacios reducidos, sin cumplir con las medidas de bioseguridad correspondientes.
El equipo edil comprobó que en los tres locales se superaba el aforo permitido y la gran mayoría de personas no tenía colocada la mascarilla de protección.
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Finalmente, debido a la poca presencia policial, todos los clientes abandonaron inmediatamente los bares, evitando ser sancionados con una multa por desacatar las normas vigentes durante el estado de emergencia.
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