Estados Unidos advirtió este sábado 9 de abril sobre las “arbitrarias” medidas anti-COVID en China, e informó que dejará que parte de su personal abandone el consulado en Shanghái ante el brote que tiene bajo confinamiento a la urbe.
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Hasta marzo, China logró contener los casos con confinamientos selectivos, pruebas masivas y restricciones de viaje, pero actualmente se ha reportado más de 100.000 casos en Shanghái, lo que ha puesto a prueba la estricta política “Cero COVID” que defiende Pekín.
La ciudad de casi 25 millones de habitantes está bajo un confinamiento por fases, lo que ha generado quejas de falta de víveres y videos virales de sus habitantes cuestionando a la autoridad.
El Departamento de Estado va a permitir la partida de su consulado en Shanghái por parte de su personal no esencial “debido a un brote de los casos de COVID-19 y al impacto de las restricciones”, señaló en un comunicado un portavoz de la embajada.
El pronunciamiento advierte a sus ciudadanos que reconsideren viajar a China “debido a la aplicación de leyes locales arbitrarias y restricciones relacionadas con el COVID-19″, y agregaron que la embajada en Pekín expresó su preocupación por las medidas al Gobierno chino.
En su aviso de seguridad para viajeros a China, recomienda “no viajar” a Hong Kong, a la provincia de Jilin ni al municipio de Shanghái por las restricciones contra la COVID-19, “incluyendo el riesgo de que se separe a padres y niños”.
Washington indicó el viernes que permitirá “la salida voluntaria” de los funcionarios no esenciales del Gobierno de EE. UU. en el consulado en Shanghái y de los allegados de toda la plantilla, con motivo del coronavirus y el “impacto” de la respuesta de Pekín.
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El sábado Shanghái reportó más de 23.000 nuevos casos, la mayoría de ellos asintomáticos, que representan más del 90? los contagios a nivel nacional.
Con información de AFP y EFE
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