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Luego de la denuncia de secuestro y extorsión hacia un grupo de periodistas de Cuarto Poder, el representante de la Central Unitaria de Rondas Campesinas, Marino Flores, minimizó esta acusación y sostuvo que ellos “no se identificaron en ningún momento y que más bien trataron de amedrentar”, por lo que los ronderos de Chadín, en Chota, procedieron a intervenirlos.

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Durante una entrevista a una radio local, el dirigente explicó que se interviene e interroga a cualquier extraño que entra en la jurisdicción de los ronderos. Por tal motivo, pidió que no se les acuse de “secuestradores ni delincuentes”.

“Los periodistas no se identificaron definitivamente y actuaron de una manera acosadora contra los niños, mujeres y hermanos, humildes campesinos y campesinas. Al no identificarse, por ese hecho es que se les retiene”, detalló.

“No ha sido un secuestro como se dice, sino un procedimiento que hacemos. A cualquier sospechoso se les interviene y se pasa al proceso de preguntarles a qué vienen y cuál es su rol, eso es lo que se ha hecho”, agregó.

Desvirtuando la denuncia del equipo periodístico, Flores indicó que se ha generado una corriente que pretende estigmatizar y satanizar a los ronderos, además de una intención de vincularlos con el gobierno de Pedro Castillo, quien, en la campaña presidencial, se autodefinió como rondero.

“Nosotros rechazamos contundentemente que se nos acuse de secuestradores, de ladrones y de agresores. […] Hay una grave ofensa y un racismo por vernos como salvajes y delincuentes. No valoran que nosotros hemos logrado resolver múltiples problemas y reincorporar a la sociedad a mucha gente que se dedicaba al mal,”, sentenció.

Por último, el dirigente ratificó que se encuentran investigando los hechos y pidió celeridad al Ministerio Público para esclarecer el caso.

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“… que se esclarezcan los hechos, ya estamos investigando por nuestra parte. No se nos puede decir secuestradores o ladrones, por favor”, puntualizó.