Existe una delgada línea entre lo que es protesta y vandalismo. Y es esto lo que ocurrió en la región de Madre de Dios, cuando el gobernador Luis Otsuka Salazar, se vio en la obligación de disparar contra una turba de vándalos que intentaron meterse a su casa por la fuerza cuando se encontraba con su familia al interior.
Otsuka Salazar defendió su propiedad efectuado disparos al aire y dijo que “la próxima vez que vengan los voy a matar”.
Los violentistas habrían atacado la casa del gobernador Otsuka en represalia por la reunión que sostuvo con el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, quien visitó la región y aseguró que el clima general era de tranquilidad.
“Me han querido matar, linchar. Han querido incendiar mi vivienda. Si yo no tuviera un arma para defenderme lo habrían logrado”, declaró Otsuka.
Los agentes de la policía intentaron dispersas a los vándalos con gases lacrimógenos, pero igual atacaron a los policías con piedras y demás objetos.
“La próxima vez que vengan, sinceramente los voy a matar. Si la policía no lo hace, lo haré yo. Esta es la última vez que los perdono porque no es correcto que vengan a destrozar mi casa”, concluyó el gobernador notoriamente molesto.
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