En su desesperación por buscar la igualdad, Lionel Messi se enfrascó en una pelea con Joan Jordan. El argentino intentó recuperar rápido el balón para cobrar un tiro libre y ahí se interpuso el jugador del Sevilla, quien recibió un golpe en el rostro, pero igual recibió una tarjeta amarilla por la falta previa sobre la ‘Pulga’. En esa imagen se puede resumir el partido de un Barcelona sin rumbo que perdió 2-0 en la semifinal de ida de la Copa del Rey.
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Esa pequeña gresca se produjo a los 62 minutos, cuando Jules Koundé ya había marcado el primer tanto local a los 25’. Eran momentos de mucho nervio porque el conjunto de Ronald Koeman no encontraba los caminos al gol pese a la insistencia del crack argentino.
Pero hay que tener en cuenta que el técnico neerlandés debió alinear a un once de emergencia por las bajas en su plantel. Y ello se notó en la inseguridad defensiva de la dupla central Mingueza-Umtiti.
El Sevilla, a su vez, hizo un partido redondo, sin prisa y con una gran eficacia en el área rival, y tras ponerse en ventaja el juego se le acomodó para esperar con tranquilidad en su campo. Hasta que tuvo una nueva opción y la concretó a través del exbarcelonista Ivan Rakitic a los 85’ para poner la eliminatoria cuesta arriba para los catalanes.
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Messi se fue del Ramón Sánchez Pizjuán con la impotencia de no haber podido superar a un rival mucho más equilibrado. Buscar el boleto a la final en el Nou Camp será una tarea complicadísima.
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