El tercer y último debate presidencial se llevó a cabo ayer domingo en Argentina. Sergio Massa, candidato por Unión por la Patria, y Javier Milei, candidato por la Libertad Avanza, se disputan el sillón de la Casa Rosada. Ambos se enfrentaron cara a cara antes de las elecciones que el 19 de noviembre definirán quién será el próximo presidente.
Analistas argentinos señalaron que Massa, a pesar que es parte de un gobierno que ha llevado a su país a una de las crisis más duras de su historia, fue quien ganó el debate. Y es que Massa aprovechó mejor la oportunidad y Milei no pudo o no supo tomarle examen y resaltar lo que su rival no pudo hacer para mejorar la situación.
El evento se centró en seis ejes temáticos: economía, relaciones de Argentina con el mundo, educación y salud, producción y trabajo, seguridad y derechos humanos, y convivencia democrática.
María Esperanza Casullo, doctora en ciencia política por la Universidad de Georgetown, explicó que el debate “era la chance de Milei de responder a algunas dudas que aparecieron luego de la segunda ronda”.
Y agregó que esta era una oportunidad del libertario “de hablarle a los indecisos, y a los sectores de la sociedad que en estas semanas expresaron dudas con elementos de su programa de gobierno. En este sentido, su mayor éxito fue mostrarse moderado y hablar con tranquilidad”.
“MILEI NO LE HABLÓ A LOS INDECISOS”
Sin embargo, la politóloga subrayó que Milei “mostró poco manejo de una agenda de políticas públicas. Sus propuestas fueron muy generales, y mostró baches en temas técnicos de comercio exterior o del manejo de las fuerzas de seguridad federales”.
“Además, Massa manejó en gran medida los temas en discusión, mientras que Milei se dedicó a responder o refutar lo que decía Massa más que a plantear temas propios como la inflación”, analizó la especialista.