Donald Trump sufrió un disparo este sábado en el arranque de un mitin en Butler (Pensilvania) que alcanzó la parte superior de su oreja derecha. Cuando sintió el impacto de la bala, el expresidente se llevó la mano a la cara, se agachó y fue inmediatamente evacuado por agentes del Servicio Secreto, con la cara ensangrentada y mostrando el puño en alto a sus seguidores, hacia un hospital del que ya ha salido con heridas leves.
Las primeras informaciones indican que el presunto atacante es un joven de 20 años, originario de Pensilvania, donde vivía en una localidad de unos 32.000 habitantes -Bethel Park- y aparecía en los registros de votantes estatales como republicano.
El joven, identificado como Thomas Matthew Crooks, fue abatido a tiros segundos después de su intento infructuoso de acabar con la vida de Trump.
Según el canal de televisión CNN, el padre de Crooks, Matthew Crooks, de 53 años, ha explicado que está intentando averiguar qué le pasó a su hijo por la cabeza para querer dar muerte a Trump. De momento, se desconocen los motivos.
De momento, lo que se sabe gracias a los registros estatales de votantes muestran que Crooks estaba registrado como republicano. Las elecciones del 5 de noviembre habrían sido la primera vez que Crooks habría podido votar en unas presidenciales.
El autor de los disparos fue abatido por los francotiradores del servicio de seguridad de Trump.
El atentado se perpetró desde un tejado a unos 120 metros del expresidente, y el atacante fue abatido al instante mientras seguía disparando ráfagas con un rifle semiautomático del tipo AR-15.
Según informa EFE, esta madrugada, una treinta de personas se reunieron frente a la Torre Trump en la Quinta Avenida de Nueva York para expresar solidaridad y realizar una vigilia en apoyo al expresidente Donald Trump, después del atentado sufrido durante un mitin electoral en Pensilvania.
Varios analistas han criticado en las principales televisiones estadounidenses que las medidas preventivas del Servicio Secreto por no tener en cuenta el riesgo que suponían varios edificios de una planta que rodeaban la zona del mitin en un descampado utilizado para eventos agrícolas en la localidad de Butler.
Diversos vídeos en redes sociales muestran a personas señalando al atacante y asegurando que tenía un fusil antes de que comenzara a disparar hacia el escenario en el que Trump llevaba 10 minutos hablandoDonald Trump sufrió un disparo este sábado en el arranque de un mitin en Butler (Pensilvania) que alcanzó la parte superior de su oreja derecha. Cuando sintió el impacto de la bala, el expresidente se llevó la mano a la cara, se agachó y fue inmediatamente evacuado por agentes del Servicio Secreto, con la cara ensangrentada y mostrando el puño en alto a sus seguidores, hacia un hospital del que ya ha salido con heridas leves.
Las primeras informaciones indican que el presunto atacante es un joven de 20 años, originario de Pensilvania, donde vivía en una localidad de unos 32.000 habitantes -Bethel Park- y aparecía en los registros de votantes estatales como republicano.
El joven, identificado como Thomas Matthew Crooks, fue abatido a tiros segundos después de su intento infructuoso de acabar con la vida de Trump.
Según el canal de televisión CNN, el padre de Crooks, Matthew Crooks, de 53 años, ha explicado que está intentando averiguar qué le pasó a su hijo por la cabeza para querer dar muerte a Trump. De momento, se desconocen los motivos.
De momento, lo que se sabe gracias a los registros estatales de votantes muestran que Crooks estaba registrado como republicano. Las elecciones del 5 de noviembre habrían sido la primera vez que Crooks habría podido votar en unas presidenciales.
El autor de los disparos fue abatido por los francotiradores del servicio de seguridad de Trump.
El atentado se perpetró desde un tejado a unos 120 metros del expresidente, y el atacante fue abatido al instante mientras seguía disparando ráfagas con un rifle semiautomático del tipo AR-15.
Según informa EFE, esta madrugada, una treinta de personas se reunieron frente a la Torre Trump en la Quinta Avenida de Nueva York para expresar solidaridad y realizar una vigilia en apoyo al expresidente Donald Trump, después del atentado sufrido durante un mitin electoral en Pensilvania.
Varios analistas han criticado en las principales televisiones estadounidenses que las medidas preventivas del Servicio Secreto por no tener en cuenta el riesgo que suponían varios edificios de una planta que rodeaban la zona del mitin en un descampado utilizado para eventos agrícolas en la localidad de Butler.
Diversos vídeos en redes sociales muestran a personas señalando al atacante y asegurando que tenía un fusil antes de que comenzara a disparar hacia el escenario en el que Trump llevaba 10 minutos hablando