
La tensión se intensifica en el interior del país. Los bloqueos de carreteras por parte de mineros artesanales continúan afectando el tránsito en al menos cuatro regiones: La Libertad, Cusco, Ica y Arequipa. Según la Sutran, hay siete vías nacionales restringidas debido a las manifestaciones lideradas por miembros de la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú (Confemin).
El impacto ya comienza a sentirse en sectores clave. La Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep) advirtió que, si no se restablece el libre tránsito, el acopio de leche se verá suspendido en varias zonas productoras del país, lo que podría derivar en escasez y pérdidas económicas significativas.
“El bloqueo no solo impide el traslado de nuestros productos, sino también la alimentación del ganado. Es una situación crítica”, señaló Agalep en un comunicado, pidiendo la intervención inmediata del Gobierno para restablecer el orden y garantizar las cadenas de abastecimiento.
En Ica y Cusco, los transportistas denuncian haber quedado varados sin acceso a agua ni alimentos por más de 48 horas. Las imágenes difundidas por redes sociales muestran largas filas de vehículos, pasajeros desbordados por el calor y el caos, y una evidente ausencia de autoridades en las zonas más afectadas.
En tanto, el Ministerio del Interior aún no ha informado sobre un plan de acción concreto para liberar las rutas. La Defensoría del Pueblo ha instado al Ejecutivo a instalar mesas de diálogo con los representantes de Confemin antes de que el conflicto escale a niveles incontrolables.
Mientras tanto, los ciudadanos siguen atrapados en medio de una protesta sin solución a la vista, con un Estado que, nuevamente, parece reaccionar tarde ante una crisis que paraliza al sur y pone en jaque a la cadena alimentaria nacional.