El Ministerio Público confirmó este jueves que el joven manifestante Eduardo Ruiz Sáenz murió a causa de un disparo con arma de fuego durante la Marcha Nacional del 15 de octubre, realizada en el Centro de Lima. La institución calificó el hecho como parte de un posible escenario de graves violaciones a los derechos humanos, en medio de los enfrentamientos entre la Policía Nacional y los manifestantes.
A través de un comunicado, la Tercera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos y Contra el Terrorismo precisó que el cuerpo de Ruiz Sáenz fue levantado del Hospital Arzobispo Loayza y que se dispuso una serie de diligencias urgentes para esclarecer los hechos, incluyendo pericias balísticas, necropsia legal y recopilación de evidencia audiovisual.
El Ministerio Público confirmó que la víctima fue alcanzada por un proyectil en el tórax, y que los resultados iniciales descartan un accidente o muerte por causas naturales. La Fiscalía señaló además que la investigación preliminar se desarrollará bajo el principio de independencia y sin interferencias de ninguna autoridad política o policial.
El fallecimiento de Ruiz Sáenz ha generado indignación en redes sociales y reacciones de colectivos civiles y defensores de derechos humanos, quienes responsabilizan al Gobierno de José Jerí por la actuación represiva de la PNP y exigen la renuncia del ministro del Interior, Vicente Tiburcio.
Por su parte, el presidente José Jerí expresó en su cuenta de X que “la violencia nunca será el camino” y aseguró que el Ejecutivo colaborará con la justicia. Sin embargo, diversas bancadas del Congreso solicitaron la presencia inmediata del premier Ernesto Álvarez Miranda y del ministro del Interior ante el Pleno para rendir cuentas por la actuación policial.
La muerte de Eduardo Ruiz Sáenz se convierte en el primer caso fatal durante el gobierno de transición de José Jerí, marcando un nuevo episodio de tensión entre el Estado y la ciudadanía en medio de las protestas sociales que sacuden la capital.