El presidente José Jerí se pronunció sobre la situación de Betssy Chávez, asilada en la residencia de la Embajada de México en Lima, y fue contundente: no podrá salir del país hacia territorio mexicano “el tiempo que el Gobierno del Perú determine”. Sus declaraciones añaden tensión a la crisis diplomática entre ambos países.
El mandatario señaló que el Ejecutivo no emitirá por ahora un pronunciamiento oficial sobre el salvoconducto solicitado por México, documento indispensable para que Chávez pueda abandonar el Perú sin ser detenida. “No nos vamos a pronunciar en este momento”, expresó Jerí ante la prensa.
Con esta decisión, la ex primera ministra del gobierno de Pedro Castillo queda imposibilitada de viajar a México. La entrega del salvoconducto es requisito clave para concretar el asilo diplomático, el cual ha generado una fuerte controversia política y jurídica.
México sostiene que el asilo otorgado a Chávez está amparado en la Convención de Caracas de 1954 y exige que se respete el derecho internacional. Sin embargo, el Gobierno peruano considera que el proceso judicial en su contra —por el fallido intento de golpe de Estado del 2022— debe continuar sin interferencias externas.
La posición de Jerí se produce días después de que el Perú anunciara la ruptura de relaciones diplomáticas con México, una medida que encendió aún más el conflicto bilateral. La respuesta mexicana fue inmediata: defendió el asilo y aseguró que no constituye un acto inamistoso.
El futuro de Betssy Chávez permanece incierto. Mientras continúa refugiada en la sede diplomática, el Gobierno peruano mantiene el control sobre la autorización de su salida del país. Lo que decida el Ejecutivo en los próximos días marcará el rumbo de la disputa y las consecuencias que esta podría traer en el ámbito político y diplomático.
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