Ocho muertos y varios heridos son el resultado del tiroteo que tuvo lugar en la oficina de la compañía de logística FedEx en la noche del último jueves 15 de abril, en la ciudad de Indianápolis, Estados Unidos.
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"Creo que apenas duró uno o dos minutos. El sospechoso llegó desde el aparcamiento. Según tengo entendido, salió de su automóvil y empezó a disparar enseguida", reportó el miembro de la policía de Indianápolis, Craig McCartt, para CNN.
El presunto autor habría decidido suicidarse en el lugar de los hechos luego de verse rodeado por la policía. En la planta donde se llevó a cabo el tiroteo emplearía a más de 4,000 personas, según informes de la prensa.
"Vi al individuo con un subfusil, o un rifle automático, y empezó a disparar al aire libre. De inmediato me agaché, tenía miedo", contó Jeremiah Miller, trabajador de planta de FedEx.
"Estamos profundamente conmocionados y entristecidos por la muerte de los miembros de nuestro equipo en el trágico tiroteo en nuestras instalaciones de Indianápolis", expresó la empresa mediante un comunicado.
Este caso ya se suma a las matanzas que tuvieron lugar en ciudades como Atalanta, Boulder (Colorado) y Los Ángeles en las últimas semanas.
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