La Gerencia Regional de Salud del Cusco señaló que en el último fin de semana se reportó la muerte de 46 personas y más de 1300 infectados por el COVID-19. El epidemiólogo, Pablo Grajeda, calificó como preocupante la tendencia de alza. Ello demostraría que las acciones sanitarias son insuficientes y se estaría perdiendo la batalla en la segunda ola.
El especialista refiere que la responsabilidad recae en el comportamiento de la población y en la insuficiente acción sanitaria a nivel nacional y regional, que centra su preocupación en camas hospitalarias y UCI, y poco en la implementación de los equipos de primera respuesta.
“Tal vez se está pensando que la vacunación logrará controlar de por sí el problema, lo cual no es cierto, ya que se requiere varias semanas para ver el impacto” citó el especialista.