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Se trata de Carlos Miguel Alfaro Polo, de 68 años de edad, a quien no le importó arriesgar su vida en esta pandemia a fin de atender a pacientes contagiados, sin imaginar que, por su condición de persona vulnerable, terminaría contrayendo el SARS-CoV-2, hecho que sucedió el 12 de mayo.
Tras quedar internado en una cama UCI del hospital de Moyobamba por la afectación en sus pulmones, Carlos Alfaro fue llevado al nosocomio de Iquitos por la complicación que presentó en los riñones; sin embargo, según la denuncia de su hija, Eyvi Alfaro Mori, su traslado correspondía a la ciudad de Lima debido a los especialistas en hemodiálisis.
“Los encargados del área de Referencia del hospital de Moyobamba me dijeron que no había camas UCI en los hospitales de Lima, pero, por medio de otras personas nos enteramos que mentían (…) Ellos hicieron el traslado a este nosocomio de Iquitos, pero la prioridad fue la capital porque también se le complicó sus riñones y necesitaba el tratamiento de hemodiálisis”, mencionó la joven.
Eyvi Alfaro calificó de injusto que los encargados del área de Referencia del hospital de Moyobamba no hayan derivado a su padre a Lima, pese a los 30 años de servicio en bienestar de la población. Según dijo “ahora la condición de salud de su familiar empeoró por la infección en los demás órganos”.
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De acuerdo con la Sala Situacional del Ministerio de Salud, la cifra de muertes por el nuevo coronavirus asciende a 188.708 debido a que en las últimas 24 horas se registró el fallecimiento de 151 pacientes con COVID-19.