Leonor en Lima: el mar trajo a la heredera

La princesa de España llegó a bordo del buque Juan Sebastián de Elcano y fue recibida con honores en la costa peruana.


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Redacción Limay

LIMAY.PE

Lima, 18 de April de 2025

Actualizado el 18/04/2025 08:45:11 am

La princesa Leonor de Borbón, heredera al trono de España, arribó a Lima este jueves como parte del 97.º crucero de instrucción del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. El velero, que zarpó de Cádiz en enero, recorre América Latina con 76 guardiamarinas a bordo, entre ellos, Leonor, quien participa activamente de esta travesía como parte de su formación militar.

El arribo fue todo un evento. Desde el mar, el buque disparó 21 cañonazos en señal de saludo, y la Escuela Naval del Perú respondió con la misma ceremonia desde tierra, marcando así un recibimiento cargado de simbolismo y tradición naval. El barco permanecerá frente a Lima hasta el viernes 18 de abril, día en que atracará oficialmente en el puerto del Callao.

¿Pero qué hace una princesa a bordo de un buque militar? Mucho más de lo que podríamos imaginar. La princesa Leonor, como una guardiamarina más, participa en tareas que van desde maniobras en cubierta, izado de velas, escalada de mástiles hasta limpieza general del navío. Una experiencia intensa, que busca desarrollar su disciplina, trabajo en equipo y liderazgo.

Las imágenes difundidas por la Casa Real han mostrado a Leonor trabajando con compromiso y esfuerzo, utilizando incluso instrumentos tradicionales como el sextante, esencial para la navegación astronómica. Desde los palos del barco hasta la cubierta, se ha ganado el respeto de sus compañeros por su entrega y humildad.

Esta visita forma parte de un viaje con fuerte componente diplomático. Además de instrucción militar, el crucero fortalece lazos entre España y los países anfitriones. Tras Perú, el buque continuará su ruta hacia Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos, antes de regresar a España en julio.

La presencia de Leonor ha despertado gran interés mediático y social. No solo por su rol futuro como jefa de Estado, sino por el ejemplo que da al asumir con compromiso y valentía cada reto. En este mar de deberes y tradiciones, la princesa no solo navega —también crece.