

Redacción Limay
LIMAY.PE
Lima, 20 de April de 2025
Actualizado el 20/04/2025 06:11:21 am
Tumbes amaneció enlutada este domingo tras un violento atentado que cobró la vida de una mujer y dejó al menos diez personas heridas en el barrio El Progreso. Según las autoridades y testimonios locales, delincuentes colocaron un balón de gas cargado con dinamita en plena vía pública, provocando una explosión de gran magnitud que dejó serios daños materiales y una población sumida en el miedo.
La víctima mortal fue identificada como Nelly Olaya, residente de la cuadra 1 de la calle Circunvalación. De acuerdo con los vecinos, al notar la presencia del balón de gas sospechoso, Olaya salió a pedir ayuda, pero la explosión se produjo cuando apenas se había alejado unos metros de su vivienda. La onda expansiva la alcanzó, causándole la muerte inmediata.
El estallido también causó heridas a por lo menos diez personas, entre ellas dos con lesiones graves debido a los vidrios rotos que salieron despedidos por la fuerza del impacto. Ambas fueron trasladadas de emergencia al Hospital Regional de Tumbes. Varias viviendas de la zona sufrieron daños estructurales y múltiples familias relataron haber vivido momentos de terror.
“Se fueron las luces, todo tembló. Mi esposa y mi hija se quedaron quietas. Yo salí y escuchaba los gritos de los vecinos”,declaró un poblador, aún conmocionado.
Este hecho no sería aislado. Los propios habitantes del barrio afirman que se trata del segundo atentado con características similares en esa zona, lo que ha encendido las alarmas de toda la comunidad. “La vecina de al lado está muerta, y ya es la segunda vez que pasa algo así”, señaló un testigo.
La falta de seguridad ha sido duramente criticada por los vecinos, quienes exigieron una presencia policial sostenida y patrullaje constante. Hasta el momento, no se ha identificado a los responsables del atentado ni se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los móviles del crimen, aunque se presume que estaría vinculado a bandas delictivas que operan en la región.
Tumbes, una ciudad fronteriza históricamente golpeada por el crimen organizado, enfrenta un nuevo desafío en materia de seguridad ciudadana, mientras las familias afectadas buscan justicia y protección frente a una amenaza que parece estar lejos de acabar.