Álvaro Vargas Llosa, entre el luto y el abandono

En una emotiva carta, el hijo del Nobel reveló que su novia se alejó de su vida sin explicaciones mientras él afrontaba la pérdida de Mario Vargas Llosa.


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Redacción Limay

LIMAY.PE

Lima, 24 de April de 2025

Actualizado el 24/04/2025 01:15:57 am

La reciente partida del escritor Mario Vargas Llosa no solo ha significado un profundo dolor para su hijo mayor, Álvaro, sino que vino acompañada de otro golpe emocional: el fin de su relación sentimental. El periodista y ensayista compartió su difícil momento en una conmovedora carta publicada en El País, donde además de rendir homenaje a su padre, reveló que su pareja lo dejó justo en medio del duelo.

La misiva, titulada Elogio fúnebre de mi padre, mezcla recuerdos íntimos con reflexiones sobre la muerte, el amor y la ausencia. En ella, Álvaro Vargas Llosa revela que su novia, Nada Chedid, se marchó de su vida repentinamente, sin una despedida clara ni motivos definidos, justo mientras su padre agonizaba. Esta inesperada ruptura se sumó al dolor de la pérdida paterna, convirtiendo el duelo en una experiencia aún más desgarradora.

“Mientras tú agonizabas, morías y se iniciaba mi duelo, mi pareja... decidió volver a su país para siempre sin que medie una conversación de despedida o una explicación definitiva”, escribió el autor de 59 años, destacando la ironía de enfrentar una doble despedida: una por la muerte y otra por el abandono.

A pesar del difícil momento, Álvaro encuentra una fuente de consuelo en el legado que deja su padre: sus obras, su ejemplo y la huella que dejó en la vida de su familia. La carta no solo es un testimonio del afecto entre padre e hijo, sino también un ejercicio de catarsis que le permite canalizar el dolor a través de las palabras, como su padre tantas veces lo hizo.

Por su parte, Nada Chedid también se despidió públicamente de Mario Vargas Llosa a través de Instagram, dejando entrever que, a pesar de la distancia con Álvaro, mantenía un vínculo afectivo con la familia. “Te debo mi español y todo lo que vino gracias a ello”, escribió en un mensaje que evocaba recuerdos y gratitud.

La frase final de la carta, citando al pintor Renoir —“El dolor pasa, la belleza permanece”—, resume la fortaleza con la que Álvaro Vargas Llosa intenta sostenerse en este complejo momento, enfrentando el duelo con dignidad y memoria viva.