Clases 2022: Conoce las medidas dirigidas para alumnos y colegios

Ya a partir de marzo los niños, adolescentes y jóvenes volverán a las aulas gracias al avance del proceso de vacunación contra el COVID-19, que minimiza los efectos mortales de esta enfermedad en la población, aunque, las instituciones educativas, docentes y alumnos deberán tener en cuenta las distintas condiciones que el Ministerio de Educación ha establecido para el retorno seguro a clases.

Cercado de Lima: Policías cuidarán calles en sus días de franco“Los padres de familia deben conversar con sus hijos acerca del COVID-19 y la responsabilidad que tienen con su salud ahora que estarán fuera de sus casas. Si bien los estudiantes deberán contar con las dos dosis contra este virus para desarrollar inmunidad y evitar la propagación entre las personas, no deben bajar la guardia. Es así que, los padres tienen la obligación de explicar a sus hijos sobre la importancia de seguir cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad establecidas por el Gobierno”, detalló Romy Mayta, epidemióloga de B BRAUN, quien nos brinda 5 medidas preventivas:

1. Mochila de Bioseguridad: La casa es el primer lugar donde los niños pueden conocer las medidas de bioseguridad. Por ello, es importante que el padre de familia enseñe a su hijo a elaborar una mochila segura para el retorno a clases, con un kit básico que contenga: mascarillas KN95 o quirúrgicas; jabón líquido o alcohol en gel y toallitas húmedas para desinfectar las superficies que suelen tocar.
2. Tener una lonchera saludable: Se recomienda el consumo de alimentos como pan, tortillas, galletas, cereales, papa, camote, manzanas, peras, plátano, mandarina, naranja, entre otros, frutos secos, huevo, yogurt, queso, y en lo posible, evitar alimentos que fácilmente pueden descomponerse especialmente en esta temporada de verano.
3. Bebidas saludables: Se debe evitar los jugos artificiales y gaseosas, por ello, se recomienda optar por refrescos de frutas naturales bajos en azúcar o rehidratantes orales con electrolitos como Frutti Ped (niños) y Frutti Flex (adultos) que protegen de la deshidratación generada por las actividades físicas, exposición a ambientes muy cálidos o cuadros de diarreas o vómitos.
4. Utilizar transporte seguro: Se recomienda antes de subir a un bus, asegurarse que cumplan con todos los protocolos de seguridad, así como evitar aglomeraciones, tanto en el paradero como en el auto, es así que se debe mantener la distancia, verificar que las ventanas estén abiertas para una buena ventilación y el uso correcto de mascarilla tanto del chofer como del cobrador.
5. Regreso a casa: Desde el primer día de inicio de clases se debe estar alerta en el hogar como en las escuelas para identificar cualquier indicio de enfermedad contagiosa en los niños y en caso de presentar algún síntoma no mandar al niño al colegio. También es importante que los estudiantes al llegar a casa se laven las manos durante 20 segundos, antes y después de retirarse la mascarilla.

PREPARACIÓN DE LOS COLEGIOS

Si bien es importante que los niños y los padres de familia estén preparados para la nueva normalidad, también lo deben estar los colegios, es necesario que la infraestructura sea la adecuada para albergar a los niños y minimizar el contagio. Por eso, Michele Albanelli, arquitecto y autor de Espacios de aprendizaje de la Editorial UPC, nos brinda 4 consejos:

1. Integrar los exteriores a los procesos pedagógicos: Es fundamental romper el límite entre interiores y exteriores, entre aulas y patios, integrando así los espacios abiertos a las dinámicas de clase y a los procesos pedagógicos. Posibles aplicaciones: patios transformados en aulas, circuitos ecológicos, proyectos interdisciplinares.
2. El valor social de la escuela: Es importante que la escuela se prepare para propiciar espacios de encuentro sanos y controlados, confiando que los procesos de aprendizaje volverán a buen ritmo y se logrará recuperar los conocimientos siempre y cuando sepamos reconocer lo que hemos aprendido en estos dos años de virtualidad.

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1. El mundo virtual y la escuela como taller: Es imprescindible mantener y potenciar los aprendizajes derivados de la virtualidad. Así las infraestructuras podrían ser más pequeñas, pero más flexibles, como talleres de trabajo y producción de ideas. Para ello, habría que reformular normativas, horarios y paradigmas; pues hay que cambiar el propio concepto de escuela.
2. Protocolos de bioseguridad: La gran lección que estamos aprendiendo es que debemos aprender a confiar en los niños y niñas, pues está demostrado que son absolutamente capaces de entender e interiorizar códigos de comportamiento que apuntan al bien común. La confianza genera autonomía.