Antonio Quispe: Con las medidas para Semana Santa lo único que se va a hacer es echar kerosene a la hoguera de esta segunda ola

Epidemiólogo advierte que con las nuevas variantes del COVID-19 es necesario implementar nuevos protocolos para evitar contagios , empezando por el uso obligatorio y fiscalizado del respirador KN95 o la doble mascarilla


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Guillermo Oshiro

LIMAY.PE

Lima, 29 de March de 2021

Actualizado el 29/03/2021 07:17:36 am

“#cuídateycuidanos, mitigar la segunda ola es tarea de todos”. Con ese mensaje en sus redes sociales, el epidemiólogo Antonio Quispe intenta advertir a los peruanos que no estamos en una segunda ola de contagios de COVID-19 cualquiera. El especialista explica claramente que la situación de la pandemia en el país no es la misma que la del año pasado y se necesitan nuevos protocolos para informar a la población que enfrentamos a un virus repotenciado por las nuevas variantes que lo hacen más transmisible y peligroso.

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¿En qué se diferencia esta denominada pandemia 2.0 con la del año pasado?

Básicamente, son dos virus distintos. El de la primera ola era un virus que vino de China y era contagioso, que tenía una letalidad menor al 1% y que fue muy dura. Pero esta segunda ola se caracteriza por las variantes que son más contagiosas, producen enfermedad más severa, duran más tiempo y producen nuevos síntomas. Además, algunos tienen la particularidad, como las variantes sudafricana y brasileña, de esconderse del sistema inmune y resistirse un poco a la vacuna. Entonces es una complicación mayor. La Primera Ministra de Alemania, Angela Merkel, lo dijo más claro que yo: estamos en otra pandemia, en otra realidad y tenemos que prepararnos para ella.

Estando en otra realidad, mucho más complicada como dice, ¿cómo es posible que las medidas para evitar los contagios sigan siendo las mismas que en la primera ola?

Las medidas no pueden ser las mismas. Es otra pandemia. Para empezar, el año pasado las mascarillas de tela te protegían, este año no. Ahora necesitas una mejor protección para tu boca y nariz para evitar que el virus ingrese a tu cuerpo. El virus se transmite primariamente de persona a persona a través de los aerosoles, y eso no lo sabíamos en un inicio. El año pasado nos gastábamos galones y galones de lejía y alcohol, desinfectábamos todo, llegabas a tu casa y te metías a bañar y lavabas tu ropa. Todas esas medidas se tomaban porque se creía que el contagio era por superficies contaminadas. Eso queda en el pasado, porque el 99? los casos se transmite por aerosoles.

¿Cómo debemos cuidarnos ahora para evitar los contagios?

El uso de doble mascarilla o respiradores KN95, o similares, deben ser la primera prevención que deberíamos implementar para protegernos. Y no solo eso, el año pasado decíamos que si te infectabas te aislabas en tu cuarto para no contagiar a tu familia. Este año esa medida es completamente inútil porque el virus es más contagioso y cuando entra en tu casa es probable que todos se infecten. Ya no vale la pena que te aísles en tu cuarto. Hay que asumir que todos en la casa están infectados y hay que empezar a monitorear los signos de alarma, que es lo que te va a permitir saber si uno de esos casos es severo y va a tener riesgo de muerte, por lo que necesita oxigenoterapia y atención hospitalaria.

¿Quiere decir que necesitamos nuevos protocolos de bioseguridad? ¿Eso del metro y medio para mantener el distanciamiento social ya no sirve?

Exacto, ya no podemos hablar de esas cosas que son pasado, hay que hablar con los términos correctos. Hay que decir que la pandemia que enfrentamos ahora es distinta a la de la primera ola, tanto así que los protocolos han quedado desactualizados y necesitamos con urgencia actualizarlos, considerando que el virus se transmite persona a persona por aerosol, que es más contagioso, que la enfermedad ahora es más severa y prolongada, que el paciente necesita vigilancia continua. Es otra realidad distinta. Hay que explicarlo tal cual porque de lo contrario cometemos el grave error de decir que las medidas son las mismas cuando no es lo correcto.

Epidemiólogo Antonio Quispe.

Entendiendo que el Gobierno no ha cambiado los protocolos, ¿prácticamente nuestra salud depende de cada uno de nosotros?

Tenemos que exigirle al Gobierno que haga las cosas de manera correcta. Es un mito que el Gobierno no haga nada; está haciendo lo mejor posible para evitar la mayor cantidad de muertes posible, pero hay cosas que no hace y hay que reclamárselas porque son las más importantes para salvar vidas. Ya hablamos de actualizar los protocolos, de dejar de usar las mascarillas de tela, de usar los respiradores KN95; si no hay dinero para ese tipo de protectores, utilizar doble mascarilla. Pero que sea por norma, de manera fiscalizada. Lo segundo es comunicar a la población que el COVID-19 es una enfermedad horrible. Muy fea. Pero por lo mismo que es fea, es sintomática. Sucede de manera normal en el 95? los casos y las personas no tienen porqué automedicarse.

¿Eliminar la ivermectina del tratamiento preventivo o para curar COVID-19 también es avance?

Recién acaban de sacar la ivermectina de la guía de manejo de pacientes con COVID-19, lo cual era una tragedia porque le hacían creer a la gente que las protegía y no era así. Las personas la utilizaban y se exponían, se contagiaban y no permitían que se controlara la segunda ola. Hay mucho que el Gobierno puede hacer y hay que pedirle que lo haga lo más rápido posible, incluyendo que lo más importante es la compra de vacunas para distribuirlas lo más rápido que se pueda.

¿Cómo evitamos los contagios en las elecciones sabiendo ahora que los miembros de mesa no van a estar vacunados y la votación se realiza en un salón cerrado?

Es importante comunicarlo, la buena información salva vidas. Hay que empoderar a la gente con buena información. El virus se transmite de persona a persona y la forma correcta de protegerte es con respiradores KN95 o doble mascarilla. En la medida que todos respetemos esa norma vamos a reducir los contagios. SI nos protegemos no habría transmisión comunitaria. Si vamos a votar, vayamos protegidos. Cumplamos con los horarios y todas las disposiciones. Esperemos que se puedan realizar en espacios abiertos, que las personas que son miembros de mesa reciban los equipos de protección personal, como se ha hecho en las elecciones en países civilizados, de manera ordenada y minimizando así el riesgo de contagio.

En otros países ha habido tercera ola, cuarta ola. Nosotros no salimos de la segunda. ¿Es posible que esta tenga una duración bastante prolongada, que dure todavía varios meses a diferencia de la primera ola?

Definitivamente que sí. Estamos en un repunte en la segunda ola que no ha terminado y se viene Semana Santa y las elecciones. Son dos eventos que pueden disparar los contagios. Sabemos que hemos roto el número de casos confirmados por día y ya empezó a incrementarse el conteo de muertes del Sinadef. Estamos entrando en un franco repunte y con las medidas para Semana Santa lo único que se va a hacer es echar kerosene a la hoguera de esta segunda ola. Y los casos van a seguir aumentado. Luego vienen las elecciones. No estamos en las mejores condiciones, no estamos a puertas de una tercera ola, estamos en el peor momento de la segunda ola.

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En su cuenta de Twitter usted ponía a Singapur como ejemplo para controlar en COVID-19 en la primera ola. ¿Esos protocolos también quedaron desfasados en esta pandemia 2.0?

Los campeones de la pandemia son los países asiáticos. Uno mira sus curvas y las compara con Europa, Latinoamérica o Estados Unidos; la curva de Asia es completamente plana. Hay que hacer un zoom para ver si hay segunda o tercera ola porque son muy pequeñitas. La diferencia con los países asiáticos es que ellos venían de enfrentar epidemias grandes como las del SARS, MERS, H1N1, entonces están superbién entrenados para la pandemia del COVID-19. Es una más para ellos. Tienen todo el sistema de vigilancia y toda la infraestructura perfectamente preparada para demostrarle al mundo que podían controlar el virus y prevenir muertes de manera efectiva. Lo que necesitábamos era eso, un sistema de salud que pueda hacer pruebas moleculares masivas, cosa que en el Perú nunca se ha hecho. Su sistema de salud está basado en la atención primaria, no como nuestra atención hospitalaria que tenemos acá, donde estamos acostumbrados a tomar decisiones basadas en eminencias o asesores técnicos y científicos que informan directamente al Gobierno. Allá tienen acceso a vacunas, tienen una cultura de higiene mucho mejor que la de nosotros. Realmente es muchísimo lo que podemos aprender de ellos. Ese post es del año pasado, han pasado 12 meses y muchas de las lecciones que nos enseñaron todavía ni las aplicamos.