Sedapal rechaza que RLA diga que el agua que brindan es de pésima calidad

Luego que Rafael López Aliaga cuestione el origen y calidad del agua que distribuye Sedapal en los distritos de Lima y Callao, la empresa estatal se pronunció mediante un comunicado indicado que es “errado” dicha afirmación del integrante de Renovación Popular.

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“Para evidenciar la calidad del recurso hídrico suministrado a la población, el equipo de Sedapal realizó una toma de muestra y las sometió a pruebas de clonación, turbiedad, PH y conductividad en el agua del surtidor, cisternas y en los pilones que abastecen a la población”, refirió.

 “El resultado obtenido en todos los casos fue que el agua que ofrece la empresa está dentro de los parámetros de calidad fijados por el Ministerio de Salud”, remarcó.

Asimismo, Sedapal dio a conocer sobre las recientes medidas en torno a distribución de agua. Mencionó que, hace varios meses, tomó la decisión de dotar de mecanismos GPS, a través de un software exclusivo, a los camiones cisterna, con el objetivo de monitorear las rutas que realizan, desde su punto de partida hasta su destino. “De esta manera, se aseguraría que el líquido llegue a sus beneficiados programados”, explicó.

En esa línea, la empresa estatal extendió una invitación al alcalde electo de Lima, Rafael López Aliaga a que “pueda supervisar directamente los altos estándares de calidad del agua potable que reciben los pobladores”.

Sedapal resaltó que, a la fecha, la empresa ha distribuido más de 12.980 millones de litros de agua potable de forma gratuita a través de 1.298.000 viajes de camiones cisterna a diversas áreas alejadas de la capital.

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Asimismo, recordó que, la distribución gratuita de agua en camiones cisterna se inició en marzo de 2020, y ha beneficiado a 850.000 personas de 25 distritos de Lima y Callao.

Como se sabe, al margen de las críticas de Rafael López Aliaga sobre la calidad del agua distribuida por Sedapal, a finales de setiembre, el programa periodístico Punto Final reveló en un detallado reportaje que cisternas que debían proveer de agua a los pobladores de Jicamarca, en San Juan de Lurigancho, no realizaban la entrega de este recurso y, por el contrario, lo vendían usando otros camiones.