¿Son secuelas o un caso de COVID-19 persistente? Conoce de qué pueden padecer una persona luego de 'superar' el contagio

A más de un año de la llegada del coronavirus al Perú, muchos pacientes han reportado aún padecer de algún mal incluso luego de haber superado la enfermedad. ¿Pero cuáles suelen ser los rezagos más comunes?


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Cesar Prado

LIMAY.PE

Lima, 30 de April de 2021

Actualizado el 30/04/2021 05:14:29 am

Si hay algo que el COVID-19 nos ha enseñado -además del vulnerable sistema de salud que poseemos- es que esta enfermedad puede atacar de una forma a unos y de otra manera muy distinta a otros. Un claro ejemplo es que cerca del 30?contagios sean asintomáticos; otros, en cambio, suelen presentar síntomas leves o moderados.

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El asunto se complica cuando las personas llegan a desarrollar la enfermedad a un nivel agresivo, incluso llegando hasta la necesidad de ser hospitalizados y ser conectados a un balón de oxígeno. Perder la batalla es el destino que nadie quisiera afrontar.

Y aunque con más dudas que certezas sobre esta enfermedad que nos tiene confinados por más de un año desde el inicio del estado de emergencia en marzo de 2020, hay algo en lo que coinciden quienes se repusieron: te deja más que una lección.

El Zoe Covid Sumpton Study del Reino Unido sugiere que 1 de cada 10 personas diagnosticadas han padecido síntomás incluso despúes de las 3 semanas y de ellos, claro que en menor proporción, durante meses. La cifra incrementaría hasta alcanzar entre el 50 y 90% para quienes han necesitado ser hospitalizados, según explica Juana María Herrero, vocal de formación y comunicación del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

¿SON SECUELAS O UN CASO DE COVID-19 PERSISTENTE?

Según Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), es importante considerar la diferencia entre las secuelas de la enfermedad y los casos de COVID-19 persistente.

Las secuelas aparecen, por lo general, en personas cuyo desarrollo del virus los llevó a ser internados o incluso llegar hasta la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

"La secuela es el daño que se ha producido en un aparte del organismo y que puede prolongarse bastante tiempo o, incluso, durante toda la vida", comenta Armenteros.

El COVID-19 persistente, según explica el representante de la SEMG, es "cuando se produce un mantenimiento de los síntomas por encima del tiempo que se considera normal en esta enfermedad", por lo tanto posee "la misma sintomatología de la enfermedad, en ciertos casos en un grado similar al del momento del inicio, en otros inferior y también puede ser de una manera fluctuante".

SECUELAS MÁS FRECUENTES

Seguro la más común es la fibrosis pulmonar, inflamación en el pulmón que deja una especie de cicatriz que muchas veces vuelve, a los pacientes, dependientes del oxígeno. Algunos casos mostraron incluso la necesidad de recibir un transplante de pulmón debido al deterioro del órgano respiratorio, según lo explicado por Herrero.

Alteraciones cardíacas debido al uso constante de medicamentos o insuficiencia renal producto de la alta eliminación de proteínas en la orina serían otras de las huellas que deja la enfermedad en este sector de la población.

"La infección por SARS-CoV-2 provoca un daño del endotelio vascular y un estado proinflamatorio y protrombótico que puede dar lugar a la formación de trombos tanto pulmonares como en otras localizaciones del cuerpo. Secundariamente se puede desarrollar una hipertensión pulmonar que dificultará, asimismo, la oxigenación y la tolerancia al ejercicio", explica la representante del SEMI.

Este es el caso de Yrenia Velásquez (73), por ejemplo. Padece diabetes desde hace más de 20 años y el virus la atacó en abril de 2020. Sin haber necesitado ser hospitalizada ni mucho menos depender de un balón de oxígeno, superó la enfermedad, pero algo le quedó de ella.

"Mi saturación ya no sube más de 95, de vez en cuando llega a 96, pero normalmente se queda en 95 o 94; y estoy bien, no es que sienta que me falta el aire o algo, algunos mareos a veces, pero hago mis cosas tranquila", cuenta Yrenia.

Con respecto a transtornos congnitivos, la especialista española añade: "Son frecuentes los trastornos psicológicos, la ansiedad o el insomnio. Puede haber cambios de humor e irritabilidad. Algunos cuadros pueden llevar a depresión grave o estrés postraumático".

¿QUÉ PRESENTAN LOS CASOS DE COVID-19 PERSISTENTE?

Entre los síntomas que se reportan de manera frecuente son la astenia o cansancio extremo, rezago que los incapacita o dificulta la realización de labores cotidianas; en contados casos, pero los suficientes para tomar encuenta son la fiebre concurrente, además de la anosmia y disgeusia, pérdida del olfato y del gusto, respectivamente.

Eliezer Benedetti (23) es un estudiante que desde joven ha practicado deportes a nivel amateur y que tuvo la mala suerte de contagiarse con el virus en marzo de 2021. A menos de un mes de haber superado la enfermedad sin mayores complicaciones, hay algo que no ha dejado del todo.

"Me quedó igual la tos, que era lo que más me molestaba, además de cansancio. A mi hermana (16) sí le ha quedado más secuelas, le dolía el estómago, pero a mí solo el cansancio, el agotarme rápido al hacer actividades cotidianas", cuenta el aún joven Eliezer.

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Ciertamente se ha informado de tantos síntomas neurológicos (dolores de cabeza), digestivos, cardíacos, respiratorios, oftalmológicos, osteomusculares, alteraciones endocrinas, de coagulación, urinarios, psicológicos y un largo etcétera propio de lo heterogéneo que resulta la enfermedad en cada individuo.