Redacción Limay
LIMAY.PE
Lima, 25 de July de 2022
Actualizado el 25/07/2022 03:20:43 am
Un falso entrenador de fútbol engañaba a sus víctimas para robarle sus pertenencias ya sea mintiéndoles o drogándolos. Ante ello, padres de los menores del pueblo joven La Flor en Carabayllo han reportado su presencia y se encuentran indignados tras el robo que aconteció.
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“Uno les recalca a los niños a que nunca hagan caso a personas extrañas, pero si se hace pasar por un entrenador que viene con su buzo o su short, entonces los chicos, muy ilusionados, aceptan dejar sus datos”, recalcó una de las madres de familia a Panamericana.
Hasta la fecha, el estafador no ha sido identificado, pero se hizo pasar con los nombres de Martín Huamaní, así como Carlos Echeverría. Además, cuenta con denuncias en los distritos de Ate Vitarte, San Juan de Miraflores, Rímac y Callao.
Su modus operandi
En esta ocasión se aprovechó de cuatro adolescentes realizando el mismo modus operandi, el cual, de acuerdo con el testimonio de los agraviados a los medios, consiste en captar menores instalándose en las canchas de fútbol de diferentes barrios de Lima Metropolitana.
Es ahí donde el acusado se hace pasar como un cazatalentos y les promete a sus víctimas entrenarlos y brindarles becas en diferentes clubes para que jueguen profesionalmente. Sin embargo, tras ganarse la confianza de los adolescentes, este sujeto les pedía que les den sus teléfonos mientras ellos practicaban, es así que este huía con dichas pertenencias.
La madre de la última víctima sostuvo a Panamericana que el denunciado se acercó a un grupo de menores ofreciéndoles jugar para un campeonato.
“Él les dijo que le dieran sus datos, así como sus números de celular. A eso de las 7 de la noche le llama a cada uno de los chicos diciéndoles que se van a reunir para que les tome una foto y que lleven sus celulares para el carnet. Todo era mentira”, indicó la señora.
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En esa línea, los jóvenes se reunieron, pero el estafador los separó en diferentes jirones y les dijo que entreguen sus celulares para verificar cuál tenía mejor cámara para tomarles la fotografía que supuestamente iría en sus pases para el campeonato. No obstante, los agraviados se quedaron esperándolo aproximadamente dos horas.
