Susana Higuchi: Así fue el infierno que vivió con Alberto Fujimori

Era el final de los ochentas cuando Alberto decidió postular al primer cargo de la Nación, pero fue ella, su esposa Susana Higuchi, quien debido al vasto amor que le profesaba, que lo animó y apoyó durante la cruenta batalla electoral de 1990. No obstante, sus sentimientos no nublaron su entendimiento cuando descubrió la podredumbre en la que se encontraba el Gobierno de Fujimori, cuyo enfrentamiento le costó su integridad física y hasta su familia. Por ello, en Limay.pe, te contamos su historia.     

Susana Higuchi entró a la escena política en los años 80 cuando acompañó a su esposo en ese entonces, Alberto Fujimori, en su campaña electoral y posterior ascenso al poder como presidente de la República. Ejerció el cargo de primera dama de la Nación de 1990 a 1994, pero en el último año se divorció de Fujimori tras acusarlo de torturas, que habían ocasionado un daño a su salud mental.

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En marzo de 1992, Higuchi le dijo a Fujimori que lo iba a denunciar ante la fiscalía por el robo de ropa y dinero donados desde Japón y Estados Unidos para la Fundación por los Niños del Perú, que en ese momento ella presidía.

El expresidente le respondió “que no estaba preocupado porque ya todo estaba arreglado con el doctor Vladimiro Montesinos y el fiscal (Víctor) Cubas Villanueva y que no iba a pasar nada”, según declaró Higuchi a la fiscal Luz Ibáñez Carranza, el 23 de abril de 2001.

Cubas llegó al Palacio de Gobierno y en el Salón Verde entrevistó a la exprimera dama, mientras 2 militares la apuntaban con metralletas que rastrillaban cada vez que se hacía una pregunta, relató Higuchi a la fiscal Ibáñez.

Según la versión de la exprimera dama, ella y sus hijos tuvieron que mudar "por motivos de seguridad" a las instalaciones del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE). Higuchi señaló que fue secuestrada y encerrada en los sótanos del recinto militar.

PRUEBAS DE SU PROPIO ENTORNO

Luego de 9 años, exactamente en setiembre del 2001, el expresidente Fujimori se enfrentaría en esos días a una nueva acusación de tortura, pero esta vez, por parte de su entorno más cercano.

Alberto Ríos, exjefe de la Casa Militar de Palacio de Gobierno, reveló ante una comisión investigadora que Fujimori mantuvo 'enclaustrada' a Higuchi en el interior de su casa, donde recibía maltratos físicos y psicológicos.

Por su parte, el secretario de la comisión del Congreso que investigaba la red de corrupción de Vladimiro Montesinos y su relación con el exmandatario, Gustavo Pacheco, aseguró que Ríos proporcionó una gran cantidad de expedientes donde se concretaban algunas situaciones que tienen que ver con el delito de lesa humanidad a Susana Higuchi.

KEIKO HABLÓ

En esos días también se conocería la versión de Keiko Sofía, hija de Higuchi y Fujimori, quien rechazó que haya reconocido ante la comisión que su madre fue torturada. "Tal hecho no me consta", manifestó Keiko al tiempo de señalar que no puede juzgar las declaraciones de su padre o de su madre.

Cabe señalar que Keiko Fujimori siempre negó que su padre torturó a su madre, por lo que en declaraciones para la prensa, Higuchi señaló que su hija la abandonó cuando más la necesitaba.

Luego de varios días, la exesposa de Fujimori ingresó a la clínica Ricardo Palma de Lima, por un cuadro de neumonía. Su estado de salud era reservado aunque se conoció que de la unidad de cuidados intensivos ha pasado a cuidados especiales, señalaron portavoces de las clínica.

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A finales de agosto del 2001 el Congreso decidió acusar constitucionalmente al exjefe de Estado por crímenes de lesa humanidad: se le imputan delitos de homicidio calificado, lesiones graves y desaparición forzada de personas, a raíz de la muerte de 25 personas a manos del Grupo Colina, escuadrón paramilitar integrado por oficiales y subalternos del Ejército que, entre los años 1991 y 1992, desarrollaron una serie de acciones clandestinas destinadas a contrarrestar el avance de grupos terroristas.