Redacción Limay
LIMAY.PE
Lima, 06 de November de 2021
Actualizado el 06/11/2021 08:17:02 am
Tras haber sido conducido por la Policía Nacional del Perú (PNP) al lugar donde ocurrió el trágico hecho, el feminicida confeso, Fabricio Villavicencio Bravo, de 24 años, dijo que sabía que iría preso, pero pidió que no dejen desamparada a su hija que tuvo con la víctima, Jhailene Widaliz Romero Ambicho, de 22 años.
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“Yo estoy preparado para lo que va a pasar. Yo solo quiero que a la niña nunca la dejen sola”, dijo el feminicida.
Como se sabe, Villavicencio Bravo, regresó la noche del último viernes a la escena del crimen, en la vivienda ubicada en la calle Guyana 180, departamento 1, en la urbanización Los Laureles, en Chorrillos. Ahí relató a los detectives de la unidad especializada cómo cometió su crimen. Los peritos de laboratorio de criminalística realizaron la prueba con el reactivo luminol para encontrar evidencias de sangre.
Según señaló la policial, el pasado 30 de octubre Romero sostuvo una discusión con su pareja luego que este le exigió que ella aborte al segundo hijo que esperaba. La situación se tornó violenta y acabó con la vida de su pareja.
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Permaneció dos días con el cadáver y el 1 de noviembre lo abandonó detrás de unas rejas de seguridad instaladas en la avenida Separadora Agroindustrial, en el sector 6, grupo 9, en la urbanización Magisterial, en Villa El Salvador.
La Policía capturó a Romero luego que interpusiera una falsa denuncia de la desaparición de la madre de su niña en la comisaría de Chorrillos.
