Limpiaba casas y ahora tiene negocio de confecciones

Fermina dejó la sierra de adolescente, llegó a Lima en busca de un futuro mejor y lo logró. A los 39 años se convirtió en una mujer profesional.


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Ruby Pimentel

LIMAY.PE

Lima, 13 de May de 2021

Actualizado el 13/05/2021 06:24:49 am

¡Nunca es tarde para cumplir nuestros sueños! Fermina Caballero Siccha es una mujer que nació en un hogar muy humilde en Bambamarca, provincia de Bolívar en el departamento de La Libertad. A sus 44 años de edad cumple su máximo sueño, continuar estudiando y tener su propio negocio. Hoy en día promueve su marca Fermina innovando en la moda. 

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Su historia es bastante conmovedora, pues nos relata que a los 4 meses de nacida su papá la dejó con sus tres hermanitos y su recordada madre, quien el año pasado falleció por el COVID-19. Fermina tiene los mejores recuerdos de su progenitora, pues pese a ser madre soltera nunca se quedó de brazos cruzados y no le importaba quedarse sin dormir por trabajar y juntar unos soles para los alimentos y educación de sus hijos. 

“Yo era bien pobre no había para comer, mi papá abandonó a mi mamá cuando yo tenía 4 meses de nacida, mi mamá solo podía darnos inicial y primaria. Ella no tenía feriados ni nada, ella tejía entre velas, no dormía. Así nos crió. Luego se volvió a comprometer, tuvo otro hijo, pero su esposo falleció. Sus huesos ya no le daban por eso ya no podía seguir trabajando”, recuerda Fermina. 

Así pasaron los años y terminó de estudiar el sexto grado, resignada a no continuar la secundaria miraba desde su ventana a sus compañeros pasar hacia el colegio, que quedaba frente a su casa. 

“Yo era primeros puestos en la primaria, pensaba que secundaria ya no iba a estudiar y me llamaron del colegio para firmar un documento, yo no sabía de qué se trataba. Luego supe que el director del colegio se había convertido en mi apoderado para poder seguir la secundaria. Así estudié el primer año, pero no me sentía bien teniendo las cosas gratis, entonces en verano trabajaba en la chacra y así juntaba para comprar mis útiles”, narra esta mujer luchadora, que pensaba convertirse en maestra al salir del colegio, “porque en la sierra no se piensa en otras carreras”, por la falta de orientación vocacional.  Pero al terminar la secundaria, Fermina se dio cuenta que necesitaría tener más ingresos económicos para lograrlo. Es así como decide venir a Lima. 

“Vine aquí a trabajar pero ganaba 40 soles al mes no me alcanzaba para nada, trabajaba en casa. Quería estudiar pero no tenía para materiales, luego me cambié de trabajo, en ese entonces quería estudiar computación pero no pude hacerlo porque el esposo de mi jefa quiso aprovecharse de mí y por ello tuve que dejar el trabajo”, dice Fermina con pesar. Luego conoció a su esposo, quien se volvió en su pilar, pues al contarle sus sueños que quería ser profesional, un día al llegar a casa él le dio una gran noticia. 

“Un día llega a mi casa con un volante que le dieron en el carro y decía que habían clases gratis en la Municipalidad de Lima. Entonces fui a averiguar y conocí personas muy buenas. La administradora, la Sra. Abad es una persona maravillosa. Ella me dijo tú vas a ser algo en la vida. Entonces, formamos nuestra asociación con el apoyo de ella. Hemos hecho desfiles, se abrió curso de incubadora de negocio, ellos me decían Fermina haz algo por Fermina. Me incentivaron para hacer algo propio. Yo quería dedicarme a hacer algo con moda étnica, que la artesanía salga adelante”, añade Fermina. 

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¿Cuántos años tenías cuando pasó esto?

“Este año cumplo 45 años, eso sucedió en el 2015. Empecé estudiando en la escuela de emprendimiento de la Municipalidad de Lima, aprendí confección, formé una asociación de 10 mujeres, ‘Levántate mujer’, hacemos todo tipo de prendas”. 

¿Cómo nació Fermina innovando la moda?

“Yo llevé el curso de incubación de negocio y me fui dando cuenta que importante es cuidar el medio ambiente, la salud de personas y animales. Muchos animales mueren a costa de las bolsas plásticas. Entonces me decidí a hacer algo por la naturaleza. Además, mi mamá hacía telar a la cintura con lana de ovino y plantas naturales. 

Estudié un poco como contribuir al medio ambiente. Confecciono bolsos ecológicos, mascarillas bordadas”.

¿Cuál sería el mensaje por compartir?

“Las mujeres no deben creer que no podemos, las mujeres somos valiosas, tan igual y capaz que los hombres. Las jóvenes que piensan que no pueden, deben esperar su oportunidad y aprovecharla, en la municipalidad de Lima hay muchos cursos gratuitos”.

El dato: Pueden ubicar a Fermina al 996559431 o al correo ferminacaballero76@gmail.com